Antes de dar paso a la edición del día de hoy, este servidor quiere denunciar el apriete sindical que sufrió por parte del Pitufo Grasso (ex pulpo) y su banda de facinerosos para quedarse con parte del control editorial de
Il Giornalle dil Fulbo. Desde este estrado le decimos: “
NO TE TENEMOS MIEDO” y no vamos a ceder ante tus actos intimidatorios. Este es un periódico libremente monopólico y así quiere seguir.
Pasando a lo estrictamente deportivo, quiero decir que anoche gocé. Hacía tiempo que no me ocurría una cosa así pero puedo aseverar que disfruté como no hacía tiempo. Sin pecar de exagerado, me empaché de buen fútbol. Creo que fue una de las mejores actuaciones del equipo (sino la mejor) donde, si bien hubo algunas individualidades notables, prevaleció la actividad grupal.
El partido no se presentó nada fácil para los capitaneados por Trapito Aleandri. La primera media hora de juego el arco les fue esquivo y el marcador desfavorable. No obstante, lograron revertir esta situación y terminaron imponiéndose merecidamente.
Como dije en algún artículo anterior, es notorio como creció el rendimiento de algunos jugadores. Tal es el caso de Pantaleo McFly, quien se ha sabido transformar en un férreo recuperador de pelotas. Tiene buena proyección por ambos lados de la cancha y, no lo quiero quemar, pero creo que a fin de este año estaremos presenciando el nacimiento del “Pupi Zanetti” del futbol 5.
Pese a que jugó para el equipo contrario, tenemos que
destacar la actuación de Garrafa Rivara, quien no solo mojó de todos los lados posibles, sino que también
fue el autor del gol de la noche. Una belleza futbolística: Recibe una pelota endemoniada, sin bajarla le pega al mejor estilo Medina Bello y la clava allá, dónde hacen nido las arañas... Igual de aceptable fue la presentación del Pitufo (ex pulpo) Grasso, quien dejó su clásica verborragia de lado y realizó un trabajo de marca y recuperación más que interesante.
Hablando de trabajos silenciosos, tenemos que mencionar al Mariscal Celsi. Cada día que pasa, me convenzo que su tarea es como la espina dorsal, no se ve, pero mantiene a todo el cuerpo de pie. Pablo es un tipo que “claramente” tienen que jugar abajo. Sabe como hacer correr la pelota, y cuando se decide, tiene todo el potencial para pasar al ataque y hacer estragos en las filas contrarias.
Decir que el Galgo Melo merece un artículo exclusivamente dedicado a él no es exageración. Creo que
hoy por hoy es el jugador mas completo de todo el equipo. En el arco da gusto verlo, se luce. Cuando sale, es un derroche de energía y futbol. No solo juega él, sino que hace jugar al resto de sus compañeros. No es para nada egoísta. No le importa correr toda la cancha, armar la jugada, y a la hora de definir pasarla para que alguien más libre lo haga por él. Por eso, si hoy terminase la temporada, sería el claro ganador de “¡
Grande Nene!”, premio que a partir de este año implementará esta publicación. En las sucesivas ediciones iremos revelando de qué se trata este premio.
Para finalizar, me pone muy contento que de una buena vez el capitán se haya reencontrado con la magia y retomado el camino del gol. El futbol y el público, necesita de su grandilocuencia
Un servidor
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